Ser fiador o codeudor no es lo mismo, aunque los efectos sean casi iguales.

En términos muy simples, si usted es codeudor y el deudor principal cae en morosidad, la entidad financiera no le avisará que procederá contra sus bienes. Si es fiador, la entidad financiera intentará cobrar al deudor principal, lo cual le daría a este tiempo para ejecutar alguna maniobra de escape, como transferir sus bienes, aunque no es ético. Si no hay éxito en las gestiones de cobro, entonces interpondrá una acción para cobrar al fiador. Resumiendo: si es codeudor lo golpean sin avisarle y si es fiador le avisan que lo golpearán.

Cuando las condiciones del crédito determinan que los deudores deberán cumplir de manera solidaria, se refiere a que es imposible la división de la deuda en partes proporcionales; esto le garantiza al acreedor recibir lo que prestó. Todos los requisitos que solicita una institución financiera a un deudor los debe cumplir también el codeudor, pues los dos están comprometidos.

Hoy, casi ninguna institución financiera solicita fiadores. La figura más utilizada hoy es la de codeudor. El codeudor tendrá que responder por la deuda como si la entidad le hubiera prestado el dinero. Cualquier incumplimiento será reflejado en su historial crediticio.

De esta manera, el acreedor tiene todo el derecho a exigir a quien dio el aval, que responda.

Si va a ser codeudor, usted debe tener la absoluta confianza en el deudor y conocer su capacidad de pago, pues esta relación no finaliza sino hasta el momento en que se pague la última cuota. Siempre que alguien cercano le pida el favor de ayudarlo en un crédito, verifique la estabilidad laboral del deudor o pregunte cómo va a hacer él para pagar esa obligación.

Si acepta garantizar la deuda, esté en constante comunicación con el deudor. Pida al deudor que le muestre su presupuesto y su reporte de crédito de la Autoridad Panameña de Crédito antes de firmar. Indague para qué el deudor pretende usar el préstamo.

Recuerde que al finalizar la obligación el codeudor también tiene derecho a exigir un paz y salvo o finiquito que el acreedor le entrega al deudor.

Si bien es más arriesgado ser codeudor que fiador, en ambos casos recomiendo evaluar el riesgo. No se deje llevar por el corazón ni vínculos familiares.

¿Se puede renunciar? Es muy difícil soltarse del rol de fiador o codeudor. En ambos casos, deberá acercarse a la institución financiera que otorgó el préstamo al deudor y este debe llevar personalmente a otra persona que se comprometa. Usted y yo sabemos que si alguien le pide que reemplace a un fiador o codeudor, casi nadie lo haría.

Lo más triste es que muchos deudores, apenas se enteran de que la entidad financiera les embargará el salario o interpondrá recursos legales contra ellos, ponen sus propiedades o bienes a nombre de familiares cercanos para obligar al prestamista a proceder contra el fiador.

Antes de ser codeudor o fiador busque la forma de garantizar que en el peor de los casos usted podrá resarcir su pérdida, ya sea mediante una demanda o mediante la cesión de un bien del deudor.