Uno de los mitos que suele suceder dentro de las finanzas personales es que siempre pensamos que vamos a resolver cualquier hueco financiero que tenemos cuando vamos a ganar más.

Ejemplos muy puntuales son:

- Cuando gané más voy a salir de deudas.

- Cuando gane más voy a poder ahorrar.

- Cuando gané más voy a poder montar ese negocio, invertir, etc.

Entonces, cuando llega ese momento en el que finalmente logras ganar más, te sientes bien por unos meses, pero luego vuelves a caer en el círculo vicioso en cual terminas contando los días para la siguiente quincena, con el estrés porque no te alcanza el dinero y pensando nuevamente que lo que sucede es que te falta dinero.

Una manera de analizarlo es pensando en cuánto ganabas hace cinco años o más versus ahora y ver si has logrado algún objetivo financiero.

Y es aquí donde uno se pregunta: si estoy ganando más, ¿por qué no voy a elevar mi estilo de vida? y es una pregunta totalmente válida.

Por supuesto que puedes hacerlo, aquí el tema es en qué estás utilizando ese dinero en cosas que te aportan a valor, que te agregan valor o cosas que simplemente son consumo puro o gratificación instantánea.

Aquí van tres recomendaciones para atender este tema:


Definir prioridades

Cuáles son tus objetivos a corto, mediano y largo plazo. Que te separa hoy de poder lograr esos objetivos en términos de conocimiento, en términos de habilidades, en términos de recursos, en términos de dinero. Qué es lo más importante para ti, que es lo no negociable.

Cuando comenzamos a utilizar el dinero de una manera consciente, tenemos el poder de enfocarlo en nuestras prioridades y te va a ayudar a tomar el control de tu dinero y utilizarlo con propósito.


Crea un plan financiero

Crea un plan mínimo de un año en el que define qué es lo que quieres lograr y cómo vas a manejar tus finanzas. Aquí es donde tú vas a comenzar a materializar esos objetivos que quieres para corto, mediano y largo plazo.

Cuando ya tienes un plan financiero es mucho más sencillo entender que cuando tú recibes un mayor ingreso, cómo eso te va a ayudar al plan. Cuando no tenemos ese plan y nos llega dinero, pues simplemente buscamos cómo gastarlo sin ningún propósito. Con el plan, tenemos una guía y tomamos mejores decisiones financieras.


Aprende a vivir en presupuesto

Fíjate que dijimos vivir en presupuesto y no solamente hacerlo. Es básicamente como una cadena que tenemos que ir trabajando de manera consciente y no sólo cuando es un dinero extra.

A medida que vayas trabajando de manera consiente en tu situación financiera, cuando ganes más, vas a poder utilizar ese dinero adicional con propósito.

Empieza hoy a recuperar el control de tu dinero y así evitarás caer en la trampa de ganar más.


* El autor es co fundador de la plataforma Bolsillo y Sencillo.

* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autor.

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