Recientemente recibí una de cal y una de arena. Un conocido, lector de mi columna, me comentó que le gustaban mis artículos; lo cual es halagador. Acto seguido, me reprochó que yo solo hablara de ahorros, deudas y préstamos, pero poco de inversiones.  Me quedé pensando y tiene razón. Hoy abordo el tema.

Una inversión es destinar un dinero o un patrimonio para conseguir mantener su valor, obtener uno o hacerlo crecer en un tiempo razonable. Toda inversión implica riesgos, y la mejor inversión es la que menos errores comete, ya que es un juego de errores y siempre gana el inversionista que menos errores comete.

Las inversiones comienzan con el ahorro o el acceso a dinero de fuentes externas como la familia, bancos, cooperativas de ahorro y crédito, prestamistas, etc. Las opciones de inversión de las que disponemos son múltiples y variadas, y para todas valen los criterios de tiempo, riesgo, rentabilidad, liquidez.

Muchas veces los inversionistas novatos cometen equivocaciones. Algunos de estos errores son: seguir las recomendaciones de los medios de comunicación, no tener un plan claro sobre los objetivos a lograr, invertir en productos que no conocemos o comprendemos, seguir los pasos de un amigo que nos seduce con sus logros o éxitos, invertir en productos que nos ofrecen enormes ganancias en corto tiempo.

1. Investigue. Podría estar pensando en invertir en un plazo fijo, un terreno, en un local comercial o en el invento de un amigo, en ganado, en bonos, acciones, en fin, invertir en activos financieros o tangibles o reales.

Comenzar a invertir viene antecedido de una preparación; estudiar sobre inversiones, leer la prensa, familiarizarse con los diferentes mercados y con los productos que le interesan. Lo siguiente es organizar un plan de inversiones y darle seguimiento constante.

2. Tenga un fin en mente. Maneje su plan de inversiones como si fuera un objetivo personal. Ejemplos: tener un plan de pensiones, querer comprar una casa o ahorrar para la educación universitaria de los hijos, comenzar su propio negocio.

Hablamos de lograr cosas a lo largo del tiempo y no de inmediato, ya que su plan de inversiones puede tener distintos objetivos en diferentes momentos de su vida. Podrían ser objetivos tales como mudarse en cinco años, tener asegurada la transición de sus bienes a sus hijos o tener una casa de campo después de pagar su casa antes de lo planeado.

3. Evalúe el momento. Considere el tiempo y sea realista. Pretender tener una casa de campo mediante una hipoteca a 20 años teniendo hoy 60 años no me parece acertado, ya que a avanzada edad aún estará endeudado. Podría ser más oportuno comprar un seguro a término que ofrezca efectivo en un relativo corto plazo.

Todo plan de inversión exige tiempo para administrar la inversión. ¿Lo tiene o lo tendrá? Algunos expertos sugieren invertir a la defensiva evitando errores costosos y hacer inversiones simples en cosas que domine o entienda bien.