Envejecer con éxito es un proceso que se inicia en la juventud. También es una etapa interesante y retadora. Durante la vejez tenemos más tiempo para hacer lo que nos plazca: caminar, dormir, trabajar en el jardín e incluso viajar. Se pueden retomar las amistades, pero sobre todo ser felices.

El Dr. José Antonio Serra, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, dice que hace ya muchos años que la Organización Mundial de la Salud describió la salud como “aquel estado en el que existe una situación óptima de bienestar físico, mental y social, y no meramente una ausencia de enfermedad”. Esta definición es aplicable a todas las edades. La salud de una persona es una mesa que se apoya en cuatro patas: médica, física, mental y social.

¿Qué hacer para tener una buena salud médica? Los estudios científicos dicen que más del 60%-70% de nuestro riesgo de enfermar depende de los hábitos. Básicamente la dieta y la actividad física, el otro 30%-40% de nuestra herencia genética y de los accidentes que ocurran. Significa que en gran medida nuestro estado de salud está en nuestras manos.

¿Cómo mantener una buena salud física? Desde hace años se sabe que la actividad física es la mejor píldora. No solo retrasa el envejecimiento y disminuye el riesgo de enfermedades, sino que, cuando se padece alguna enfermedad, el ejercicio es uno de los mejores tratamientos. Por estas razones, se recomienda hacer actividad física (correr, nadar, tenis, bicicleta, pesas…) alrededor de 150 minutos a la semana, pero también vivir activamente: caminar y evitar el sedentarismo prolongado.

Cultivar una buena salud mental. Hay que luchar contra una tendencia que se resume en la frase “cada vez me interesan menos las cosas”. Hay que ser más activo mentalmente. Leer, ir al cine, oír música, visitar museos y asistir a otras actividades culturales.

Procurar una buena salud social. A medida que se cumplen años, el círculo social se restringe. Esto puede provocar el aislamiento. Es recomendable conocer gente y unirse a grupos, etc. Hay que mantener la curiosidad: salir de casa, viajar, planificar actividades, etc. Esto aumenta la autoestima y ayuda a lidiar con pensamientos negativos.

Y también velar por la salud financiera, pues garantiza casi todo lo anterior. Pensar que un día seremos personas mayores nos obliga a planificar durante la vida productiva las decisiones de ahorro, gasto e inversión. Desde hace unos años se habla de la generación U (de unretired, los que no se jubilan), sobre todo en Estados Unidos, pero también en Panamá, donde este fenómeno es más evidente. Hay quienes prolongan su actividad profesional porque consideran que tendrán suficientes recursos para la vejez. Los unretired también pueden serlo porque desean prolongar una actividad laboral que les gusta o quieren comenzar una nueva.