En el período comprendido entre los 4 y 11 años de edad, los seres humanos cumplen una etapa decisiva en la que transcurre la niñez y se inicia la adolescencia. Para entonces ya se han cimentado las bases de la personalidad y los hábitos, entre ellos los relacionados con el manejo del dinero.

Muéstrale a tu hijo de qué manera ahorras. Asimismo, cada vez que compres algo por lo que has trabajado o ahorrado mucho, explícale cuánto tiempo te tomó hacerlo. Esto le dará una dimensión del valor del dinero y aprenderá a usarlo más convenientemente.

Conversen sobre los gastos de la casa, pero sin hacer que sienta que le recriminas por ello. Explícale que ahorrar significa usar óptimamente los recursos disponibles: no malgastar y cuidar lo que se tiene.

Asígnale al mayor la tarea de dar seguimiento a renglones del presupuesto familiar: luz, celulares, agua, comida, sin que sientan que llevan una pesada carga ni que son los responsables del hogar. Cuando el niño o niña ya tengan 8 o más años, organízate para que él o ella vaya aprendiendo a administrar dinero.

Dile que le entregarás la mesada de dos semanas de clases (quincenal) porque a ti te pagan tu salario cada 15 días y que esperas que administre ese dinero de manera tal que no te pida más antes del vencimiento del período.

Cómprale una alcancía y dile que deposite allí lo que no se gastó en un día y que juntos irán el fin de semana a depositar sus ahorros en una institución financiera. Abre una cuenta infantil de ahorros. En los bancos existen cuentas diseñadas especialmente para los pequeños de la casa. Revisa que el banco no cobre el manejo de cuenta ni comisiones por sus servicios, pues en vez de incrementar el ahorro del niño, se disminuirá y será una mala experiencia para él.

Hay bancos que no cobran estos servicios. En uno de ellos, puedes abrir la cuenta infantil de ahorro y platicar con tu hijo qué hará con el dinero cuando llegue a cierta cantidad.

Si tiene de 9 a 12 años, muéstrale cómo leer sus estados de cuenta y que coteje su saldo con sus propios cálculos. Si hay incongruencia en el saldo, visiten juntos a un representante del banco para aclarar esta situación.

Enséñale el significado de invertir. Puedes organizar un sistema en el cual tu hijo te otorgue una cantidad de sus ahorros. Si esperas una semana, le devolverás esa cantidad más un rendimiento extra. Aprenderá que esperar antes de gastar una cantidad de dinero puede traerle un mayor beneficio.

Procura que aprenda a ser formal y puntual en todos sus compromisos de dinero. Por ejemplo, si pide un préstamo a un amiguito o hermano, aconséjale que pagar a tiempo lo convertirá en una persona de confianza y por ello podrán prestarle de nuevo. Este aprendizaje le hará darse cuenta de la importancia de crear un historial crediticio sano cuando sea adulto.