Una mascota no es un juguete. Es un ser vivo que necesita cuidados. Es una responsabilidad muy grande a nivel personal y financiero.

Los costos de una mascota varían en función del tipo, raza y edad. Incluye cuidados veterinarios, alimentación y entrenamiento. Este artículo no pretende disuadirle de tener una mascota; más bien que sopese su decisión. Hay mascotas que son abandonadas porque los dueños no pueden cuidarlos o porque les cuesta más de lo que imaginaban.

Los costos de su mascota comienzan con su adquisición. Si usted o la familia desean comprar un perro de raza, por ejemplo, la operación podría costar de 250 dólares en adelante.

Algunas razas pueden estar por el orden de los 2 mil 500 dólares o más. Si adopta, necesitará llevarlo al veterinario para que lo evalúe y vacune.

Una vez el animal llegue a casa, o quizás antes, usted requerirá hacer ciertas adecuaciones: comprar comida, implementos de higiene, tener un espacio de descanso para el animal.

El procedimiento de esterilización también debe ser considerado. En caso de animales que han sido rescatados es también una medida de prevención para evitar que se reproduzcan sin control y sus crías sufran más maltrato o abandono en las calles.

Algunos perros viven en promedio 12 años. Durante ese tiempo usted periódicamente tendrá gastos de alimentación, veterinario, baño, corte de pelo, seguros, paseador y entrenador. Juguetes y ropa son otros a considerar.

Si usted viaja tendrá que asegurarse de que alguien cuide de su mascota, por lo que se hace necesario invertir en una guardería.

La alimentación es un asunto importante, pues si usted ahorra en comida o lo descuida, más tarde su animal podría desarrollar enfermedades que ocasionan tristeza a la familia, pero también son un peso financiero.

En caso de problemas de salud, será necesario pagar por medicamentos, exámenes, radiografías, y quizás intervenciones quirúrgicas.

Por todo lo anterior, antes de tomar la decisión de comprar o adoptar una mascota, tenga en cuenta que en ello no solo pesa el aspecto sentimental; también hay que evaluar el componente financiero.