Ruth Graciela de León es ginecóloga obstetra con maestría en ciencia en salud reproductiva, con énfasis en infertilidad y doctorado en infertilidad. De 7:00 a.m. a 3:00 p.m es jefa del departamento de Investigación en Salud Sexual y Reproductiva del Instituto Conmemorativo Gorgas, que maneja la Clínica del Manejo de la Pareja Infértil, ubicada en el primer piso de la maternidad del hospital Santo Tomás.

¿Cómo comenzó a especializarse en infertilidad?

Terminando la especialidad en ginecología y obstetricia, me acerqué al doctor Karl Austin, uno de los primeros especialistas en infertilidad en Panamá, para que me ayudara a tratar algunas pacientes que tenían estos problemas. El doctor, viendo mi interés, me ofreció participar en el Centro de Investigación en Reproducción Humana (fundado el 19 de febrero 1987), un centro colaborativo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El 2 de abril de 1998, en vista de que el programa de colaboración con la OMS terminó, el gobierno nos adscribió al Instituto Conmemorativo Gorgas. Desde ese momento somos parte del instituto y luego nos convertimos en el Departamento de Investigación en Salud Sexual y Reproductiva.

“La anovulación es el factor primordial que encabeza la lista de causas de infertilidad en Panamá”.

¿Qué problemas de infertilidad veía hace 30 años en comparación con los que se presentan ahora?

Los problemas siguen siendo igual. En ese entonces eran pacientes con endometriosis, con obstrucción tubaria unilateral, bilateral, pacientes con miomatosis uterina, o pacientes que no ovulaban. Dando recomendaciones logramos solucionar algunos problemas. Las pacientes con anovulación es uno de los primeros factores que tenemos en la clínica, le puede seguir las pacientes con problemas tubarios, que pueden ser adherencia, obstrucción de una trompa o de las dos, puede ser endometriosis que se acompaña un poco con problemas tubarios y problemas ováricos, y el factor masculino.

Fuimos abriendo la brecha porque el varón siempre pensaba que el problema era de la mujer, y demostramos que el problema del varón es 50% igual que la mujer. Ya los varones tienen más conciencia.

 

¿Cuál es el problema más común que ve en parejas en Panamá que no han podido tener hijos?

La anovulación. Es producida por una enfermedad poliquística de ovario, o puede ser pacientes que tengan prolactinemia, o que tengan cualquier problema de tipo hormonal que le impide ovular. Es el factor primordial que encabeza la lista de causas de infertilidad en Panamá.

Ruth de León, doctora en fertilidad: ‘Hay que educar a la paciente, el mejor momento para tener hijos es alrededor de los 28 años’

Ruth de León, doctora en fertilidad: ‘Hay que educar a la paciente, el mejor momento para tener hijos es alrededor de los 28 años’

¿Cómo se pueden dar cuenta las mujeres que presentan anovulación?

Ver si tiene ciclos menstruales regulares. Si la mujer tiene ciclos menstruales regulares, no está sobrepeso, no tiene problemas de acné, tal vez no esté en el problema de anovulación, y el problema de ella puede ser falta de conocimiento del momento en que debe tener relaciones. La mujer puede quedar embarazada solo una vez al mes, mientras que el hombre puede embarazar todos los días del mes a mujeres diferentes. Lo importante es que la paciente vigile su menstruación.

 

Con respecto a los tratamientos de reproducción asistida, ¿qué opciones y logros existen ahora que antes se pensaban imposibles?

Una vez que comenzamos el trabajo de lleno con la Clínica del Manejo de la Pareja Infértil, lo que ofrecíamos eran técnicas de baja complejidad. Baja complejidad porque ocurría primero con la inducción ovulatoria, en la que le dábamos medicamentos para que la paciente ovulara y le mandábamos ya sea a tener relaciones o le hacíamos una inseminación intrauterina.

Hace más o menos cuatro años el Instituto Gorgas nos dio la oportunidad, al doctor Carlos Moreno y mi persona, de presentar ante el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) un proyecto para elaborar un laboratorio para técnicas de alta complejidad para mujeres de bajo recursos. Tardamos casi cuatro años en montar el laboratorio.

“La mujer puede quedar embarazada solo una vez al mes, mientras que el hombre puede embarazar todos los días del mes a mujeres diferentes”.

A inicio de 2020 se comenzó a reclutar a las pacientes para ese programa. Entre enero y febrero reclutamos cinco. Las pacientes que considerábamos que podían entrar en ese programa eran menores de 40 años, con problema de obstrucción tubaria bilateral, u otras patologías, endometriosis por ejemplo, o que tuvieran un factor masculino severo o que se le haya hecho varias técnicas de baja complejidad y no pudieron lograr un embarazo. El laboratorio se hizo en colaboración con el hospital Santo Tomás, el MEF dio el dinero para comprar todo el equipamiento. La maternidad del hospital nos ofreció el espacio físico para realizar esta técnica de alta complejidad.

De las pacientes reclutadas, cuatro lograron embarazo pero en el camino una tuvo un aborto, otro tuvo un embarazo ectópico, otra también tuvo un aborto de casi 20 semanas, y la otra paciente fue un parto por cesárea el 2 de octubre de 2020, en el que nacieron unos gemelos. Una paciente de 34 años llamada Yanilka. Eso fue un éxito porque de cinco casos logramos cuatro embarazos y un embarazo a término. Eso es lo que puede ocurrir. En cualquier lugar que hagan fertilización in vitro nunca el 100% se obtiene el éxito, hay siempre un porcentaje: un 30% de pacientes no logran su embarazo, pero hay otro 60% que sí puede lograrlo.

Ruth de León, doctora en fertilidad: ‘Hay que educar a la paciente, el mejor momento para tener hijos es alrededor de los 28 años’

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¿Este año se está volviendo a trabajar con otras parejas?

La pandemia nos frenó, hizo estragos en nuestro país y no pudimos seguir con el listado de pacientes. En el país no se han iniciado con las cirugías electivas, en vista de esto tampoco podemos programar las pacientes para in vitro porque eso se hace en el salón de operaciones. El listado existe, las pacientes están, algunas tal vez se fueron a la atención privada para lograr un embarazo más pronto porque el tiempo para ellas significaba mucho, pero van entrando más pacientes. El programa no es gratuito, eso quiero recalcarlo. La institución cobra mil 500 dólares, más lo que es el uso del salón de operaciones, la consulta que es un dólar; todo eso lo tiene que pagar antes de hacerle la fertilización in vitro. La paciente tiene que correr con todo lo que representa la medicación, que va a depender de su edad, de cómo estén sus ovarios, de muchos factores.

“Un 10% de la población panameña sufre de infertilidad. En el mundo es un 15%, por eso la infertilidad es considerada como un problema de salud pública”.

¿Qué consejo daría a una persona que está iniciando un tratamiento de reproducción asistida?

Primero, para que la paciente se pueda considerar como paciente infértil debe tener un año de vida sexual sin protección, sin condón, sin coitos interruptos, sin uso de anticonceptivos. Si después de un año no ha logrado un embarazo, entonces debe acudir inicialmente a un médico ginecólogo. También pacientes que tengan antecedentes de problemas tubarios, que ella sepa que tiene las trompas tapadas, o pacientes con enfermedad poliquística de ovarios, con endometriosis o con miomas. Pacientes que tengan problemas en el varón, que tenga varicocele, que el conteo es muy bajo, etc.

 

¿Qué porcentaje de parejas en Panamá tienen problemas para concebir?

En 2009 hicimos la primera encuesta de salud sexual y reproductiva en el país, y tuvimos un módulo infertilidad. En esa oportunidad la cifra que nos arrojó fue alrededor de un 10% de la población panameña que sufre de infertilidad. En el mundo es un 15%, por eso la infertilidad es considerada como un problema de salud pública.

 

Pero a pesar de que se considera un problema de salud pública, en Panamá no existe la manera de que una pareja que sufre de infertilidad, pueda acceder a una atención gratuita, ¿o sí?

En el Caja de Seguro Social se le da atención a las pacientes con infertilidad, pero la CSS solo tiene un tratamiento que es el uso de citrato de clomifeno. Cuando las pacientes no logran su embarazo con el uso de ese medicamento, los médicos nos las refieren para poder darle al menos la inseminación intrauterina de baja complejidad y, si es necesario, la de alta complejidad.

“Cuando veo a pacientes con 35, 36, 37, 39 años, les digo que vamos contra del tiempo, hay que correr”.

Hablar de infertilidad sigue siendo un tabú en nuestra sociedad, ¿qué tipo de información o educación debemos recibir para que se hable más del tema abiertamente?

No pienso que sea un tabú. En una familia recién conformada, los parientes, cuando ven que pasa el tiempo, le empiezan a preguntar “oye ¿qué pasa?, ¿por qué no tienes bebé?”. Hoy las familias posponen el momento de tener bebé. Primero quiere prepararse, casarse, luego quiere la casa, el auto y lo demás. Va pasando el tiempo y vienen las complicaciones y las razones por las cuales no puede tener un bebé cuando lo decide. Las mujeres se están desarrollando en diferentes áreas de conocimientos. Eso nos resta tiempo para dedicarnos a pensar en la parte de infertilidad.

Cuando veo a pacientes con 35, 36, 37, 39 años, les digo que vamos contra del tiempo, hay que correr. Después de los 35 años la reserva ovárica disminuye y la reserva ovárica es mandatoria para que tenga un embarazo. Hay que educar a las pacientes, necesitamos mujeres preparadas pero que también tengan sus hijos. No estamos teniendo el relevo que necesitamos, que es por cada mujer dos hijos por lo menos. Si va tardíamente a atender su problema de infertilidad, lo más probable es que va a tener un hijo. Educar a la paciente y que sepa que el mejor momento para tener hijos es alrededor de los 28, 29 años. Menos de 35 años es el mejor momento para tener un bebé, ya después se dificulta un poquito.