Las investigaciones en el desarrollo temprano del cerebro se han disparado en las últimas décadas. Hoy sabemos que la arquitectura del cerebro de los niños está muy influenciada por los factores emocionales, biológicos y ambientales. De manera que cada día más, con base científica, sabemos qué puede inhibir o potenciar el desarrollo normal en un niño.

Entre los factores más importantes externos están las neurotoxinas, las cuales recién empezamos a comprender, y que suprimen funciones importantes neurocognitivas, cambian la estructura de los circuitos neurológicos en el cerebro y causan un número importante de retrasos madurativos, desórdenes socioemocionales, contribuyendo en general a disfunciones en el desarrollo.

Si desean leer más acerca de esto pueden leer a la Dra. Cindy Croft, que ha compilado en dos libros apasionantes mucha información sobre este tema.

De esta manera, cada día estamos más convencidos de que la alimentación tiene una influencia inmensa no solo en la salud de los niños, sino también en la conducta de muchos, y hoy entendemos que es crítica en el desarrollo temprano del niño. Como siempre digo a mis padres de familia: la zanahoria que me comí yo hace 50 años era mucho más sana que la que comen los niños hoy. La tendencia antes era prestar atención a cuánto comías, ahora es a qué comes, y yo añadiría a la calidad de lo que comes.

Este artículo está basado en muchos libros que he leído. Quiero compartirlos con ustedes, porque he comprobado a través de mi trabajo con mis pacientes su efectividad.

Espero poder aportar conocimiento nutricional que podamos adecuar a las sensibilidades de cada niño. Por favor, consulte con su pediatra siempre.

La amenazas

Si la zanahoria era más saludable antes, qué les puedo decir del agua. El agua está llena de químicos (no entraré en el tema de las tuberías por donde corre, porque no acabaríamos), químicos que se añaden también de los pesticidas que le ponemos a las plantas para que no se las coman los bichos o para que crezcan más rápido. Se hace muy importante tomar agua filtrada; entre más filtros, mejor.

Además del agua, las plantas, frutas y vegetales que comemos también están llenos de elementos que son nocivos para nuestra salud, de allí que se esté popularizando tanto la compra de productos orgánicos sin pesticidas. Pero verifique de dónde proviene su compra. Porque los pesticidas pueden estar años en el suelo antes de que este esté totalmente limpio de químicos.

De paso le digo que hay estudios que dicen que por primera vez estamos falleciendo primero que nuestros padres. Hemos revertido la salud, y las toxinas del ambiente tienen mucho que ver en ello.

El Dr. Leo Galland en su libro Super Immunity for Kids, explica que los aspectos más importantes en el campo nutritivo entre los niños recae en una deficiencia en la ingesta de grasas esenciales y minerales que el cuerpo requiere utilizar, esto desde el nacimiento hasta la edad escolar.

Somos lo que comemos

Somos lo que comemos

Nutrición y el sistema inmune

Increíblemente, la generación de hoy es la más consciente de la historia en temas de nutrición. Sin embargo, pese a los más sanos esfuerzos, acabamos alimentándonos deficientemente. Y qué difícil es porque hay una sobresaturación de información acerca de este tema, al igual que de otros tantos.

Traigo a colación el sistema inmunológico porque es el que nos defiende de todos los ataques internos: destruyen todo lo que potencialmente pueda atacar al cuerpo o lo amenace desde adentro. Por ejemplo, la cantidad exagerada de niños con resfriados o infecciones en los oídos en edades tiernas es señal de un sistema inmune que no está funcionando adecuadamente.

Un sistema inmune saludable siempre debe estar alerta patrullando el cuerpo. La alimentación debe trabajar primero mejorando el sistema inmune para ver los demás efectos beneficiosos.

Aprendiendo a mejorar los patrones de alimentación

La mayoría de los niños de hoy ingieren calorías de las fuentes equivocadas: azúcares refinados, granos procesados (como trigo y maíz), productos lácteos y carnes con grasas. Según los estudios, la mayoría de los niños recibe menos de los 2/3 de lo que debería consumir de magnesio, vitamina B6 y cobre. Las deficiencias de zinc y vitamina A también son comunes.

Una nutricionista puede ayudarle a desarrollar una dieta saludable para toda su familia. Aunque no lo crea, el 90% de la población necesita aprender a comer. Tenga claro que necesita incluir estos en su dieta (y, por favor, trate de que todo sea lo más natural y fresco posible): Ácidos grasos esenciales AGE, el famoso omega 3 contenido en linazas, nueces, aceites de girasol, de alazor, aceites de hígado de bacalao y de pescado fresco (palabra clave). Toda comida que se procese o se sobrecocine elimina las reservas en estos alimentos de los AGE.

Otros suplementos minerales importantes que debe consumir son el magnesio, zinc, hierro, la vitamina A, entre otros.

Recuerde que todo esto es información semilla para que usted se interese e investigue más acerca de este tema. Busque la literatura recomendada. Vaya con un nutricionista y pídale una dieta con los requerimientos que ayudarán al sistema inmune de toda la familia a un mejor funcionamiento.

Recuerde que se puede decir mucho, pero un profesional de la rama indicada es quien al final podrá ayudarle mejor a llegar a sus metas. Tenga bello día.