El ácido glicólico ha emergido como uno de los ingredientes estrella en el mundo del cuidado de la piel, cautivando a consumidores y expertos beauty por igual. Pero, ¿qué es y qué beneficios y efectos tiene en nuestro rostro que convierten a este ingrediente en un esencial de la rutina de cuidado facial? Te los descubrimos de la mano de Montibello.

El ácido glicólico es un es un alfa-hidroxiácido (o AHA) que se encuentra naturalmente en la caña de azúcar, las uvas y otros alimentos. En el ámbito del cuidado de la piel, este ingrediente ha ganado notoriedad por su capacidad para exfoliar y rejuvenecer la piel de manera efectiva.

Uno de sus beneficios más destacados es, precisamente, la exfoliación profunda de la piel. Actúa disolviendo las células muertas de la capa más externa de la piel, dejándola más fresca y renovada. Esta exfoliación ayuda a mejorar la textura, reducir la apariencia de poros dilatados y eliminar las células muertas que pueden contribuir a una apariencia opaca.

Una de las consecuencias de la exfoliación es, también, la unificación del tono de la piel. Es decir, las manchas oscuras y la hiperpigmentación se reducen visiblemente para lucir un cutis más luminoso y uniforme.

Combate las arrugas y las líneas de expresión. Otra característica es su propiedad estimulante del colágeno, una proteína crucial para la firmeza y elasticidad de la piel. A medida que envejecemos, la producción de colágeno disminuye, lo que puede llevar a la formación de arrugas y líneas de expresión. La aplicación regular de productos con ácido glicólico puede ayudar a contrarrestar este proceso, estimulando la producción de colágeno y promoviendo una apariencia más juvenil.

Tratamiento para el acné y las cicatrices. Si luchas contra el acné y las cicatrices, el ácido glicólico puede convertirse en tu aliado. Su capacidad exfoliante ayuda a destapar los poros obstruidos, reduciendo la formación de nuevas imperfecciones. Además, puede contribuir a la atenuación de cicatrices de acné, ya que promueve la renovación celular y regeneración de la piel.

Así que si quieres hidratar, exfoliar, unificar y rejuvenecer la piel, no dudes en introducir ácido glicólico en tu rutina de belleza diaria. Si tu piel es fina escoge una concentración del 10%; y si es más gruesa, tu porcentaje ideal es el 15%.


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