
Las brochas y las esponjas son los instrumentos que utilizamos para aplicar diariamente el maquillaje – por más natural que sea – en nuestro rostro. “Al ser objetos de uso frecuente, debemos desinfectarlos y darles un mantenimiento apropiado”, expresó Natasha Peña, makeup artist profesional.
Brotes de acné, infecciones, puntos negros, poros abiertos e irritaciones (¡no podemos permitirlo!), son las consecuencias negativas que ocasiona el lavado irregular de los utensilios de maquillaje.
El procedimiento de limpieza varía dependiendo de la herramienta. A continuación Natasha explica el método de lavado correcto para cada tipo de utensilio.
Brochas sintéticas

Se identifican por tener las cerdas plásticas, firmes y duras visualmente. Son ideales para utilizar productos líquidos o en crema, como bases, correctores de ojeras y labiales. Este tipo de brochas absorbe mucho maquillaje, por ello, se recomienda lavar todos los días o día de por medio.
Procedimiento

• Sumergir la brocha seca en aceite; puedes utilizar de oliva o coco. Este ingrediente logrará desprender todo el maquillaje acumulado dentro de la brocha.
• ¡Jabón! Sirve cualquiera de tocador. Natasha usa la marca Zote, una opción económica y eficaz. Al ser en barra, puedes masajear y restregar la brocha con movimientos circulares varias veces sobre el jabón.
• Enjuaga con abundante agua y retira el exceso sobre una toalla.
• Dale forma con las manos a las cerdas de la brocha y colócalas en su posición original.
Brochas naturales

Como lo dice su nombre, tienen las cerdas más naturales, siguen siendo sintéticas, pero al tacto son suaves y sedosas. Se utilizan para aplicar productos en polvo, como sombras de ojos y coloretes. Dependiendo del uso, Natasha recomienda lavarlas una vez a la semana o cada quince días.
Procedimiento
• Omite el paso del aceite; este tipo de brocha no lo requiere.
• ¡Jabón! Si utilizas uno líquido, puedes comprar un tapete o manta de silicona y restregar la brocha encima de él con movimientos circulares.
• Enjuaga con abundante agua y retira el exceso sobre una toalla.
• Dale forma con las manos a las cerdas de la brocha y colócalas en su posición original.
Esponjas

Son unas herramientas pequeñas, esponjosas y con múltiples formas. Nos permiten aplicar en nuestro rostro bases líquidas, dando como resultado un acabado uniforme y perfecto. Absorben grandes cantidades de maquillaje, por eso deben ser lavadas cada vez que se utilicen. De esta forma se evitará la proliferación de bacterias. ¡Tu cara lo agradecerá!
Procedimiento
• Moja la esponja hasta que llegue a su límite de expansión.
• Agrega jabón y exprímela para retirar el maquillaje acumulado. Repite estos dos pasos varias veces.
• Dale la última estrujada para retirar todo el agua posible.
Secado

- Las brochas deben secarse de manera vertical. Para ello, enrolla una toalla y colócalas de forma que las cerdas queden mirando hacia abajo. De lo contrario, el agua pasará al mango y ocasionará el desprendimientos de los pelitos. Si quieres acelerar el proceso de secado, puedes pasarle el blower a una temperatura tibia, sino déjalas secar durante el día.
- Las esponjas no necesitan una técnica especial, solo déjalas secando al sol. No utilices en ellas el blower, se pueden dañar.
Tiempo de vida
• Las brochas pueden durar años, todo dependerá del uso y cuidado que les des. Si notas que las cerdas están muy despelucadas o se caen constantemente, déjalas ir. ¡Es hora de un cambio!
•Las esponjas tienen un tiempo de vida corto. Natasha recomienda cambiarlas cada dos o tres meses.