Los perros no tienen la opción de elegir. Dependen absolutamente de nuestras decisiones, las cuales, muchas veces, no son las mejores para ellos. Hablando específicamente del verano en Panamá, hay días en que las altas temperaturas se tornan agobiantes, sobre todo si es mediodía y vamos caminando bajo el sol.

Aunque parezca obvia la recomendación de no sacar a caminar a los perros en estos horarios, todavía hay gente que minimiza los riesgos que esto conlleva o simplemente no los conoce.

Entiendo que tal vez no le es cómodo sacar a su compañero canino en las horas ideales (antes de las 7:00 a.m. o después de las 5:00 p.m.), pero en ese caso podrá encontrar alguna alternativa que se ajuste a su ritmo de vida y que no ponga al animal en peligro.

El tan nombrado golpe de calor es un tema muy serio que puede ser letal si no es detectado y atendido de inmediato. Está dentro de la categoría de urgencias. Si su perro presenta alguna anomalía al respirar, decaimiento, temblores o cambios en el color de su lengua, debe recurrir de inmediato a un médico veterinario. Nunca automedique y menos en estos casos; una maniobra equivocada es tiempo perdido para salvar la vida del animal.

Es importante adecuar la duración de los paseos acorde a la hora del día en que podamos hacerlos.

Si la primera salida es después de las 8:00 a.m., cuando ya el sol comienza a sentirse, la caminata puede ser corta y por la noche hacer otra más extensa y disfrutable (que además le servirá de ejercicio).

Decir cuánto tiempo debe durar la salida sería ilógico, ya que independientemente de la temperatura, varía notablemente acorde a la salud, resistencia, estado y morfología de cada individuo.

El sol, el calor y nuestros perros

El sol, el calor y nuestros perros

Algunos consejos

Los fuertes rayos del sol inciden directamente sobre la piel del perro y son sumamente perjudiciales, sobre todo en aquellos que no tienen demasiada pigmentación, como es el caso de los de piel rosada.

Partiendo de esta premisa, es sencillo entender la razón por la cual no se los debe rasurar extremadamente bajo. Es lógico pensar que desnudos de pelo sufrirán menos, pero en realidad les estamos quitando una defensa natural de su cuerpo, tanto para el frío como para el calor.

Los mecanismos de regulación de temperatura de los perros se hacen por medio del jadeo, es por eso que, cuando más calor hace, más necesitan jadear. En el caso de utilizar bozales se debe tener mucha precaución, ya que puede ser un impedimento para hacer el jadeo con la intensidad necesaria para disminuir la temperatura corporal.

Los animales de gran tamaño, los de cara chata, los paticortos, aquellos pasados de peso o los de mucha sustancia corporal proporcionalmente a su talla, tienen más propensión a tener problemas con el calor y requieren mayores cuidados.

En todos los casos, tenga presente que los zapatos de los perros son sus almohadillas, y aunque son resistentes, el calor extremo en pisos urbanos no es lo ideal. Mantener sus patas mojadas es una alternativa, o dos buenos pares de botas livianas pueden ser otra solución para aquellos muy sensibles a los pisos tibios o calientes.

Actividades

Cada vez hay más parques con áreas para perros y no es casual que entrando la noche, o casi antes de que amanezca, estén más concurridos. A estas horas los juegos y caminatas son realmente placenteros y sin peligros referentes al clima. Si asiste a eventos o competencias caninas al aire libre, esté pendiente.

Muchas veces la pasión de las personas por este tipo de actividades hace olvidar los cuidados básicos; se expone a los animales a situaciones límite y cuando presentan síntomas visibles puede ser tarde. Permanezca atento a las señales físicas y conductuales del perro y nunca lo fuerce a seguir adelante con un ejercicio cuando muestren reticencia o cansancio. En ocasiones, no responder a nuestros pedidos no es desobediencia, sino un mecanismo de defensa instintivo para preservar su vida.