Victoria Camargo, Susy Rodríguez, Francisco Peña y Yarelis Noriega supieron por su profesor de diseño de la convocatoria para el concurso de diseño del monumento Kilómetro Cero.

Una idea, cuatro estudiantes

Una idea, cuatro estudiantes

La competencia, organizada por la Alcaldía de Panamá y el Círculo de Arquitectas, tenía como objetivo potencializar el lugar para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en 2019.

El kilómetro cero es un hito que representa el comienzo de la red vial de un país. En Panamá se ubica en la Vía Transístmica a la altura del  complejo de la Caja del Seguro Social, donde está el puente peatonal.

Una idea, cuatro estudiantes

Una idea, cuatro estudiantes

Solo tres semanas

“Nos inscribimos faltando poco para el cierre de la convocatoria”, contaron los jóvenes.  

Fue así como en tres semanas decidieron correr contra el reloj y poner manos a la obra.

Con el apoyo y asesoría de su profesor de diseño arquitectónico y del director de la facultad, las reuniones grupales comenzaron. “Vivimos muy lejos uno del otro, por lo que las primeras reuniones, que eran básicamente para discutir la idea, las desarrollamos en el salón cuando las clases terminaban”, cuenta Yarielis Noriega.

Al cabo de un par de días y con una idea consensuada, el grupo procedió con la elaboración del concepto general, la redacción del documento, la construcción de la maqueta, los presupuestos y la creación de los planos renders.

Según las bases, se tomaría en cuenta concepto, diseño, funcionalidad e integración al paisaje. El total de costos no debía superar los 50 mil dólares.

Así nació el proyecto titulado: “Panamá, enlace de América”, inspirado en la unión de todos los países centroamericanos que representa el kilómetro cero, delimitando las distancias entre el hito de las principales ciudades de la República y los países centroamericanos que atraviesan la carretera Panamericana.

“A medida que fuimos avanzando, nos dimos cuenta de que este proyecto iba mucho más lejos”. Tras dos semanas de arduo trabajo, el día de entrega  llegó.

“Ese día fue un caos, papeles por aquí, copias por allá… Nuestra maqueta mide casi tres metros, y transportarla no fue nada fácil”. Con los nervios de punta y un gran revulú de cosas, todo estuvo listo. Y fue así como aquella noche en el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud fueron elegidos ganadores.

Obtuvieron 2 mil dólares en premio y una placa de reconocimiento.

Su propuesta sobresalió entre 14 grupos de distintas universidades.

Una idea, cuatro estudiantes

Una idea, cuatro estudiantes

Historias de futuros arquitectos

“Comencé a estudiar arquitectura por una confusión”, confesó Victoria Camargo, integrante del grupo, quien llegó a la carrera de arquitectura por cosas del destino. “A mí siempre me había llamado la atención esta carrera, pero le había dicho a mis padres que me matricularan en diseño de interiores; sin embargo, hubo una pequeña confusión y terminaron colocándome en arquitectura”. Y menos mal que lo hicieron.

Por otro lado, Yarielis Noriega comentó que su talento no viene precisamente de alguna influencia familiar. “Tengo primos lejanos arquitectos, pero dentro de mi núcleo familiar no hay nadie”. Agrega: “Al principio yo pensaba estudiar diseño de modas, pero mi profesora de matemáticas del San Agustín me convenció de que estudiara una carrera en la que pudiese fusionar mi creatividad con lo aprendido en secundaria”.

Similar es el caso de Francisco Peña, integrante y principal vocero de la agrupación, quien comentó que su curiosidad por el diseño y la construcción, surgen desde muy niño. “En el colegio tuve la oportunidad de realizar diferentes obras y proyectos de campo, lo que me permitió tomar la decisión definitiva de estudiar arquitectura”.

Por último, para Susy Rodríguez, la esencia artística, y la particularidad de poder crear algo diferente todos los días, cautivó su atención desde un principio. La constante oportunidad de asumir nuevos retos, la impulsó a dar el paso e inscribirse en la carrera.

Actualmente, aguardan la espera del inicio de las construcciones del monumento, y anhelan poder seguir contribuyendo en otros proyectos que enriquezcan la arquitectura de Panamá. “Nos gustaría que este tipo de actividades y concursos se sigan llevando a cabo, ya que permiten la proyección de los estudiantes y el aprovechamiento de nuevas ideas”.