Han pasado 20 años desde el fallecimiento de la inolvidable Diana de Gales, considerada como una de las figuras de la realeza más queridas de todos los tiempos. La princesa estuvo involucrada en un trágico accidente automovilístico que le arrebató la vida el 31 de agosto de 1997, dejando al mundo atónito ante su prematura partida.

Diana logró cautivar tantos corazones que incluso hoy sigue siendo un emblema de generosidad, de moda, pero sobre todo esto, un ícono de rebeldía dentro de la familia real. La princesa quebrantó numerosas reglas y protocolos reales… aquí te presentamos algunos.

MATRIMONIO SINGULAR

Desde antes de contraer matrimonio con el príncipe Carlos, Diana inició una rebelión contra muchas tradiciones de la familia real. La novia, de 19 años, escogió su anillo de bodas de un catálogo, ignorando la costumbre de mandarlo a confeccionar. Actualmente, la esposa de su hijo William, Kate Middleton, usa ese mismo anillo.

Una princesa rebelde

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El día de su boda, abandonó la vieja tradición de prometer obediencia a su esposo. Algunos dicen que fue a causa de los nervios, mientras que otros aseguran que fue una omisión intencional. Nuevamente, sus pasos fueron seguidos por su nuera Kate Middleton, quien tampoco juró obedecer a su esposo durante su ceremonia.

UNA MADRE ABNEGADA

Diana veía la maternidad de una manera muy diferente a la de las generaciones reales anteriores. A sus 20 años de edad dio a luz fuera de las paredes de un palacio, como se acostumbraba, y tuvo a su hijo en un hospital. Ella misma escogió los nombres de sus hijos, les dio de amamantar y puso sus obligaciones de madre como prioridad en su vida.

Una princesa rebelde

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También insistió en que su hijo y primer heredero, William, asistiera a una escuela pública, ya que quería hacer todo lo posible para otorgarles una vida normal a sus hijos; los llevaba a refugios, a parques de diversiones y hasta a McDonald’s.

Una princesa rebelde

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MODA SIN CÓDIGOS

Además de romper protocolos de comportamiento, también lo hizo con protocolos de moda: la princesa Diana no utilizaba guantes, especialmente en los eventos caritativos, puesto que le encantaba conectar con la gente. La fotografía de Lady Di sujetando la mano de un portador de VIH recorrió el mundo entero.

Una princesa rebelde

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Lady Di utilizó un collar que le obsequió la Reina Isabel II como regalo de boda, a manera de tiara en una de sus visitas a Australia. Esta decisión fue ampliamente comentada en su momento.

Una princesa rebelde

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En 1994, mientras estallaba el escándalo sobre la infidelidad del príncipe Carlos, Diana se enfrentó al público en su famoso vestido negro para atender a la gala de beneficencia en la Serpentine Gallery. Este atuendo rompió con todos los esquemas reales y se robó todos los titulares de los periódicos.

TRANSPARENCIA

En 1995, Diana ofreció a la cadena BBC una de las entrevistas más polémicas para el pueblo británico, que fue vista por más de 21 millones de personas. En la entrevista, admitió públicamente su práctica de bulimia y autolesiones. Es por estas revelaciones que ahora su hijo y nuera se dedican a ayudar a personas con el mismo tipo de problemas.

Una princesa rebelde

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También se sinceró sobre sus problemas maritales con el príncipe Carlos y la infidelidad de este. “Había tres personas en nuestro matrimonio”, sentenció Lady Di. Tampoco negó su propia aventura. Después de su divorcio, Diana no desapareció de la vida pública como solía ocurrir; de hecho, disfrutó su vida de soltera y seguía frecuentando a sus hijos.   

Una princesa rebelde

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Diana de Gales marcó un antes y un después en la realeza: fue una princesa que rompió los paradigmas y por esto seguirá viviendo en nuestra memoria.