El escribir una columna todas las semanas implica una gran responsabilidad. María Antonieta comenzó siendo una columna divertida y como parte de aquella catarsis en la que necesitaba exponer cada una de las cosas que sentía, tal cual las iba experimentando. Pero también me recordaron, que cada uno de los escritos tiene que tener un valor.

Leyendo algunos escritos, esta semana quiero hablarles de la importancia de la “Cuenta Bancaria Emocional”, parte de las enseñanzas del experimentado Stephen Covey.

El fundamento de nuestra vida en cualquiera de los roles que desempeñemos son las relaciones. A través de ellas, construimos, nos apoyamos, aprendemos, nos ilusionamos o desilusionamos, crecemos… En cada etapa hay gente que es fundamental y que van apareciendo para cada uno de eso fines que estamos destinados a realizar. Ninguna, absolutamente ninguna de las personas que ustedes conocen ha estado allí por una remota casualidad; pero tenemos el deber de identificar con quienes queremos hacer relaciones a largo plazo, a quienes queremos conservar en el tiempo y eso implica una responsabilidad, igual que el llevar la conciliación de una cuenta bancaria.

En una cuenta bancaria, nosotros hacemos depósitos para hacerla crecer y retiros que disminuyen los saldos, a veces con intención o a veces por descontrol. Cada una de nuestras relaciones se ven afectadas por esos depósitos y retiros. ¿Pero cuál es cuál?

Nosotros constantemente hacemos depósitos con la gente que amamos. Estos van haciendo una reserva que va incrementando con nuestras acciones y amortizan, cuando hacemos un retiro. Los depósitos son por ejemplo: cada vez que hacemos valer nuestras promesas, cada vez que les damos atención; una llamada, un almuerzo, una visita. El mantener las expectativas claras de las situaciones, el ser leal, el ser respetuoso y genuino, el disculparnos cuántas veces sea necesario cuando nos equivocamos, el ser honestos, el saber escuchar cuando nos necesitan y dar un consejo, aun cuando no nos lo han pedido.

Los retiros, son todo lo contrario. El hacer falsas promesas; a veces solo para salir del paso, el hablar a espaldas del otro, el no cumplir, el mentir para quedar bien, el no tener las expectativas claras cuando algo sucede, el mantener una relación para sacarle provecho o porque nos conviene.

Cuando nosotros cometemos un error, por pequeño que sea, lastimamos a los demás; sin embargo, esa reserva que hemos hecho en el tiempo, nos puede ayudar a sobrellevarlo, porque la otra persona nos conoce desde adentro, y sabe que al no ser perfectos quizás nuestra intención no fue tal. Pero si esa cuenta no ha sido abonada en el tiempo, no tiene el soporte para aguantar, y la relación se rompe. Y en ese momento, podemos haber perdido algo muy valioso… Les confieso que con María Antonieta, tuve la oportunidad de hacer mi “reality check”. He tenido la oportunidad de reconciliarme, de volver a retomar relaciones del pasado que amaba y que ahora han vuelto a estar aquí en mi corazón. He tenido la oportunidad de expresar exactamente lo que siento a quien creo que debo expresarlo, sin limitaciones. ¿Y saben qué? He tenido la satisfacción de volver a recibir y me siento plena con ello. He aprendido a decir las cosas tal cual, con las expectativas claras y así asegurarme de no lastimar a los demás con falsas esperanzas. He escogido a la gente que quiero tener cerca, gente que comparte nuestros valores y principios, y he incorporado a mi familia en el proceso, porque ellos son fundamentales también y con ellos, tengo la fuerza para comerme el mundo. ¿De qué sirve llevarme bien con alguien yo sola, si el “Hubby” no se siente cómodo?, ¿Es genuina mi relación con él?, ¿Soy honesta?, ¿Estoy abonando a su cuenta?, ¿Estoy cuidando mi relación a largo plazo?

Sigo aprendiendo todos los días…

 

Sígueme en @mariaantonieta_00