El viernes pasado llevé a mi hija a la Feria del Libro del Municipio de Panamá, en el edificio Hatillo. Recuerden que septiembre es el mes del libro. Entre mesas de autores, venta de artesanías y comidas había también una tarima.

El grupo del Teatro Infantil de Tía Dora, en el que está mi Gabriela, actuó de primero. Al participar en este tipo de actividades los niños hacen otros amigos y se dan cuenta de que son capaces y talentosos. Yo espero que además mi hija crezca con sensibilidad hacia las artes y las aprecie.

Después del grupo de Gaby, se instaló rápidamente con atriles, guitarra, batería y otros instrumentos, el grupo musical Das Sound. Venían de La Siesta, en Tocumen. Primero, dos adolescentes interpretaron una canción a dúo, y luego, el grupo entonó Bohemian Rhapsody, de la banda inglesa Queen. En la voz principal había un niño de 10 u 11 años que hacía notas altas al estilo de Freddie Mercury. Lo hicieron con entrega y emoción hasta arrancar aplausos.

Supe que esta banda tenía algo especial, pues antes de empezar, de una bocina se escuchaban las notas de Chan Chan, la famosa canción del grupo cubano Buena Vista Club Social. Qué maravilla exponer a los niños a este tipo de música.

Después que terminaron, me acerqué a una de las mamás que ayudaba a recoger los instrumentos; resultó que su hijo era el pequeño cantante. La felicité. Me contó que él ha logrado esa destreza porque lleva dos años en el grupo y que tiene una profesora excelente, María Alejandra Córdoba.

Esta mamá viaja desde el centro de la ciudad a La Siesta de Tocumen todos los sábados para llevar a su hijo a las clases, que son gratis.

Al ver a mi hija, me dijo: “no se arrepentirá si la lleva hasta allá”. Y me recomendó la clase de danza urbana. “Su maestro también es muy dedicado”, me comentó. Y acto seguido se subió un grupo de chiquitines a bailar breakdance. Sensacionales.

En Tocumen funciona el Complejo Cultural y Deportivo La Siesta que administra el Municipio de Panamá, equipado con el apoyo de Copa Airlines.

En estos días en que nos preocupan los casos de violencia bien vale recordar que para alejar a los jóvenes del ocio y de la desesperanza tenemos que darles alternativas, espacios donde descubran otros talentos y se sientan capaces de triunfar en cualquier escenario de la vida.