Una noche veía con mi mamá el noticiero por televisión. Como saben, suele haber historias de personas que sufren desgracias que no tienen nombre ni cuerpo que las aguante. Frente a una casita de madera una joven contaba que sus niños tenían muchos problemas de salud. Ella no podía trabajar porque debía cuidarlos. ¿Y el padre? No se sabía de él hace tiempo.

“Claro, el ‘machazo”, dijo mi mamá cuando escuchó esto último.

Recordé tal ocurrencia hace unos días mientras caminaba por la ciudad y descubrí una publicidad en la parada que me llamó mucho la atención. No, no es la de los presentadores a medio vestir del canal Oye; era una publicidad donde se leía algo así: “Si eres alfa, que se note” e incluía una foto enorme de un hombre alimentando con biberón a un bebé.

Me dieron ganas de aplaudir, pero no quise asustar a las señoras religiosas que estaban allí sentadas en la parada repartiendo las revistas Atalaya.

Era una publicidad de desodorante y loción para hombres marca Brut. Por lo general estos productos son acompañados de campañas para hacerlos parecer imanes que atraen a mujeres como moscas. ¿En serio?

Yo les voy a decir qué atrae y mantiene a una mujer feliz: un hombre que comparta las tareas del hogar.

Hace unos días, en el pasillo de mi edificio, encontré a un vecino con su niño en una cargadera o portabebé; pasó otro vecino y se le quedó mirando antes de decir:

—Y ¿esa cargadera es buena? Yo estoy buscando una.

—Sí muy buena, tuve otra pero no era cómoda. Me daba dolor de espalda…

Y mientras hablaban de cargaderas casi con el mismo interés que lo hacen con especificaciones de carros, me quedé mirándolos como una tonta. Tuve ganas de felicitarles.

Mi papá no limpió bebés ni dio mamadera, y fue un buen papá de su época, solo proveedor. Hoy los tiempos son otros y exigen hombres dispuestos a peinar niñas e ir a las citas con el pediatra, conscientes de que el cuidado de la casa es de todos los que viven allí. Yo agradezco contar con alguien así en casa. No somos perfectos, pero nos esforzamos porque nuestra hija vea ese ejemplo.

Necesitamos más machos así.