Los beneficios son muchos: disminuyen la probabilidad de que la mujer sea sometida a una cesárea hasta el 50%, acortan casi 3 horas la duración del parto y reducen hasta 60% las peticiones de epidural. Así lo ponen de manifiesto prestigiosos estudios con base científica, como el informe del Congreso Anual 2017 del Colegio de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos. La clave está en ellas, las doulas.

“Somos mujeres entrenadas y con experiencia en el acompañamiento físico y emocional del nacimiento. Para ello utilizamos medidas naturales de alivio del dolor, como técnicas de relajación, respiraciones y masajes. Además, sugerimos posiciones y movimientos que favorecen la labor de parto y el nacimiento vaginal”, explica Cinthia Pomaski, una argentina afincada en Panamá que ejerce como doula desde 2013.

Nacer con la ayuda de una doula

Nacer con la ayuda de una doula

La mayoría no tiene formación médica y no están capacitadas ni autorizadas para tomar decisiones médicas o para realizar procedimientos clínicos, pero su labor complementa a la del personal sanitario con innegables efectos beneficiosos tanto para las madres como para los bebés.

“No diagnosticamos, no hacemos exámenes clínicos ni vaginales, no monitoreamos al bebé, y por supuesto, no atendemos el nacimiento. La mamá siempre debe tener a su obstetra presente. Se podría decir que la doula se encarga de la mamá de la cintura para arriba y nunca del nacimiento en sí”, apostilla Pomaski.

Cada vez son más las mujeres panameñas interesadas en contar con el apoyo de una doula para la preparación del nacimiento y para recibir el apoyo físico y emocional durante la llegada de su bebé. Lo que las diferencia de los médicos, las enfermeras u otros profesionales de la salud es que las doulas están presentes durante todo el proceso, ya que no se rigen por un calendario de visitas periódicas o exclusivamente por el momento del parto.

Melissa Pérez tuvo a Emilia, una bebé maravillosa, en el hospital. Las inquietudes sobre su embarazo y sobre cómo iba a ser el parto la llevaron a buscar apoyo externo.

“Fue la mejor decisión que tomé durante mi embarazo”, describe. Para ella la doula fue como “una compañera, una amiga y un soporte como ninguno”. “Fue una labor larga, pero hermosa, con dolor, pero con apoyo, con desesperación, pero a la misma vez con tranquilidad y paz”, añade.

Nayleen Quintero decidió dar a la luz en casa y también buscó un asesoramiento más cercano. “Desde el día que decidimos contar con su ayuda, ella estuvo con la más hermosa y amable disposición para cualquier duda, consulta o miedo que necesitara aclarar. Tenerla fue de gran apoyo para nosotros, que por primera vez vivíamos la experiencia de esperar a nuestro bebé”, asegura.

Nacer con la ayuda de una doula

Nacer con la ayuda de una doula

Nacer con la ayuda de una doula

Nacer con la ayuda de una doula

El rol femenino de la doula nació en la antigua Grecia para acompañar a las madres inexpertas que necesitaban ayuda antes y después del parto. En los últimos años esta figura ha experimentado un auge en los países occidentales, sobre todo en Estados Unidos, o en algunos países de Latinoamérica donde los servicios de maternidad están altamente medicalizados.

En Panamá todavía no hay una regulación clara. Por ejemplo, en algunos hospitales no está contemplado el acompañamiento de una doula. Para Cinthia Pomaski esto se debe a la falta de educación o interés sobre su rol: “Aún se piensa que queremos interferir en el cuidado médico dando opiniones, o cuestionando su trabajo o el de las enfermeras, pero no es así”.

Sin embargo, en otros países del mundo las doulas tienen un gran respaldo social. En Bélgica, Alemania, y sobre todo en Holanda, tienen un estatus plenamente reconocido. Su coste es a menudo asumido por la seguridad social o los seguros privados.

De hecho, son países en los que no se ha perdido la costumbre de dar a luz en el propio hogar, asistidas por parteras, y es ahí donde la figura de la doula cobra relevancia. En Estados Unidos la primera asociación oficial de doulas cumple 25 años y presume de haber entrenado a más de 30 mil mujeres que ejercen en todo el territorio.