Ante la llegada del Covid-19 nos enfrentamos a un momento complejo. Son tiempos altamente competitivos, debemos estar enfocados y trabajar en nuestra marca personal.

Cuando hablamos de marca personal no solo nos estamos refiriendo a las aptitudes o prácticas profesionales, que son también muy importantes, sino además incluye una combinación de habilidades y experiencias que te hacen ser tú.

Con la penetrante influencia de las nuevas tecnologías y las redes sociales se hace más que necesario ofrecer una marca personal a terceros, capaz de ofrecer un mensaje transparente sobre tu identidad y valor.

No es una receta mágica, requiere trabajo y esfuerzo, pero si le dedicas tiempo y evalúas opciones que te ayuden a estar en el top of mind de ese cliente o posible oportunidad laboral, de seguro te funcionarán estos puntos:

1. A mal tiempo, buena cara 

Es una frase muy conocida la cual nos hace reflexionar que ante una situación difícil no podemos perder el enfoque. En este caso, es fundamental administres el tiempo en pro de tu crecimiento. Somos conscientes que la economía va afrontar una época difícil por lo que debes aprovechar el tiempo y verte siempre como un referente en tu sector. Para esto debes continuar instruyéndote.

Existen diversos cursos en línea gratuito, donde puedes aprender de todo, reflejando que eres un profesional en constante evolución. Algunas aplicaciones que puedes utilizar: Domestika, Coursera, Udemy, Alison, entre otras.

2. Aporta valor 

Tus clientes van a ti buscando soluciones, buscando un valor añadido que puedes ofrecer tú y solo tú. Esmérate en que lo reciban. Haz hincapié en que tu producto es diferente al del resto por ese valor añadido que solo tú puedes aportar.

Siempre puede haber alguien que haga lo mismo más rápido y más barato; convence a tu cliente de que tú aportas una solución a sus problemas y conseguirás que ese cliente sea un fan, un seguidor, un prescriptor de tu negocio y de tu marca. Para conseguir eso tienes que conocer muy bien a tu buyer persona, saber qué le preocupa, qué le motiva y por qué toma las decisiones de compra.

3. Adáptate a las necesidades 

Como no vendes productos o servicios, sino soluciones, debes ser tremendamente versátil. Adapta tu oferta a las necesidades de tus clientes; es una buena forma de hacer comunidad. Ser inflexible en lo que haces y cómo lo haces es el primer paso para perder a un posible cliente. Piensa que tú le necesitas a él, no al contrario.

Tu cliente puede conseguir el mismo producto o servicio en otro lugar… y si busca mucho, incluso lo puede conseguir más económico. Remarca el hecho de que aportas valor, de que es una solución a “sus problemas” y que lo importante es que esté satisfecho de la decisión que ha tomado al contratarte. Convierte cada relación comercial en una buena experiencia.

Construir, potenciar y controlar tu propia marca personal te ayudará a generar nuevas oportunidades pese a que estemos atravesando por momentos difíciles, a la vez que te facilitará la consecución de metas y objetivos.

Ante una situación de crisis, lo peor que podemos hacer es perder la calma y que se nos agote la paciencia, porque una vez que se pierdan las decisiones, que se empiecen a tomar serán alocadas, no pensadas y lejos de sacar el barco a flote, lo único que se conseguirá es que se hunda. Salir de esta crisis será doblemente complicado.

Toma en cuenta nuestras recomendaciones para que el trabajo y cuidado continuo dará sus frutos a medio y a largo plazo generando una buena base de nuevas oportunidades profesionales y personales.